Los trastornos respiratorios del sueño (TRS) se caracterizan por episodios recurrentes de obstrucción total o parcial de la vía aérea superior (apnea o hipopnea) durante el sueño que se asocian con la hipoxemia intermitente, la interrupción del sueño y los ronquidos (1). La prevalencia de los TRS moderados y graves ha sido estimada en hasta un 6% entre los adultos en Estados Unidos (2-4) y en aumento porque la prevalencia de la obesidad, factor de riesgo de los TRS, también lo hace. Los TRS se asocian con una variedad de trastornos psicopatológicos (depresión, disminución de la calidad de vida) y el aumento de riesgo de accidentes de trabajo y de tráfico, así como con una mayor incidencia de enfermedad cardiovascular, hipertensión y síndrome metabólico (3, 5, 6). Estas asociaciones se han explicado por la profunda alteración del sistema metabólico y simpático asociado con eventos hipoxémicos repetidos (6, 7).
La hipoxia crónica, una característica común en los tumores sólidos, ha sido asociada con la resistencia terapéutica, la progresión del tumor, y el potencial metastásico (8-10). En estudios in vitro se ha demostrado, además, que las células de cáncer de pulmón sometidas a hipoxia intermitente son más resistentes a la radiación y apoptosis y son más propensas a la metástasis (11).
Los resultados recientes de un estudio usando un modelo Murino para la apnea obstructiva del sueño mostraron que la hipoxia intermitente se asoció con la progresión acelerada del cáncer (12). Estos efectos pueden estar mediados por el aumento de la angiogénesis del tumor inducida por la hipoxia del tejido y dando como resultado la proliferación celular y el crecimiento del tumor (13-15).
Hasta donde sabemos, no hay estudios epidemiológicos hasta la fecha que hayan explorado la posible asociación entre los TRS y la incidencia de cáncer o la mortalidad en una muestra de población.
En una cohorte comunitaria se ha demostrado una asociación entre SDB y tanto la mortalidad total como cardiovascular (16). Hemos utilizado los datos actualizados de esta cohorte para comprobar la hipótesis de que los TRS se asocian con mayor mortalidad por cáncer.
Sleep disordered breathing (SDB) is characterized by recurrent episodes of total or partial obstruction of the upper airway (apnea or hypopnea) during sleep that are associated with intermittent hypoxemia, repeated sleep disruption, and snoring (1). The prevalence of moderate to severe SDB has been estimated to be as high as 6% among U.S. adults and rising as the prevalence of obesity, a major risk factor for SDB, continues to increase (2–4). SDB is associated with a variety of psychopathological disorders (depression, reduced quality of life) and increased risk of occupational and motor vehicle injuries, as well as with a variety of cardiovascular disease outcomes, hypertension, and the metabolic syndrome (3, 5, 6). These associations have been explained by the profound metabolic and sympathetic system disruption associated with repeated hypoxemic events (6, 7).
Chronic hypoxia, a common feature in solid tumor tissue, has been associated with therapeutic resistance, tumor progression, and metastatic potential (8–10). In vitro studies have further demonstrated that cultured lung cancer cells subject to intermittent hypoxia are more resistant to radiation and apoptosis and are more prone to metastasis (11).
Recent results from a study using a mouse model for obstructive sleep apnea showed that intermittent hypoxia was associated with accelerated cancer progression (12). These effects might be mediated by the hypoxia-induced increased tumor tissue angiogenesis and resulting cell proliferation and tumor growth (13–15).
To our knowledge, no epidemiologic studies to date have explored the possible association between SDB and cancer incidence or mortality in a population sample.
In a community-based cohort we have demonstrated an association between SDB and both total and cardiovascular mortality (16). We used updated data from this cohort to test the hypothesis that SDB is associated with increased cancer mortality.
Read More: http://www.atsjournals.org/doi/full/10.1164/rccm.201201-0130OC#.VICKbdJwtcQ
Leave a Reply